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La Ley de Vehículos Automatizados (AV) entró en vigor el 20 de mayo de 2024, marcando un hito en el camino hacia la conducción autónoma. Este hito supone un marco legislativo para el despliegue de coches autónomos en las carreteras del Reino Unido.
Sin embargo, la legislación británica exige aún una normativa adicional para garantizar que se cumplan los niveles de seguridad requeridos. La promesa es que dentro de menos de dos años los vehículos autónomos estén circulando en las calles, pero este proceso será gradual. El primer paso será poner en marcha los primeros vehículos autónomos sujetos a pruebas, probablemente con un conductor de seguridad a cargo del monitoreo.
Planificación y seguridad: claves para el despliegue de vehículos autónomos en Reino Unido
Es posible que los vehículos autónomos particulares no vean las calles durante el 2026, sin embargo, todos los niveles involucrados trabajan para cumplir con la meta. Mientras tanto, los primeros pasos hacia la movilidad autónoma están en marcha. La legislación aprobada incluye especificaciones como requisitos para el trámite de licencias y requisitos de seguridad.
Es fundamental que el Gobierno garantice que la ley cubra todas las variantes. La aprobación es solo el inicio, pues se requiere una legislación secundaria y definir los requisitos de seguridad. Definir los requisitos de seguridad será un proceso complejo, al igual que desarrollar la legislación secundaria. La lógica en este punto para las empresas es enfocarse en garantizar que los sistemas autónomos sean seguros, confiables y funcionalmente robustos.
La importancia de zonas específicas para los vehículos autónomos
La Ley de Vehículos Automatizados estipula que estos vehículos deben alcanzar un nivel de seguridad equivalente al de un conductor humano cuidadoso y competente. Sin embargo, esta definición es ambigua y está abierta a la interpretación, además de que sabemos que no existe aún la tecnología que tenga la capacidad de razonar o reaccionar como lo haría un humano.
El rediseño de la infraestructura actual no es viable. Los vehículos autónomos deben ser capaces de operar dentro de la infraestructura actual sin depender de condiciones ideales. Definir el Dominio Operacional Objetivo (TOD) es crucial para identificar y probar los requisitos de seguridad y de rendimiento. Al definir el TOD, las partes interesadas clave, como reguladores, aseguradoras y usuarios de vehículos, no tendrán dudas sobre las condiciones donde opera el sistema y se podrá desarrollar un programa de pruebas.
El Reino Unido tiene un largo camino por delante, pero tiene el potencial. Se requiere una acción acelerada y una toma de decisiones robusta para posicionar al Reino Unido como líder. Esto implica esfuerzos regulatorios, legislativos, inversiones en I+D y apoyo a los despliegues. Por otro lado, países como Alemania en Europa, Singapur en Asia y varios estados en Estados Unidos son ejemplos de avance en la tecnología de vehículos autónomos. El Reino Unido necesita intensificar sus esfuerzos si desea estar a la par.
El Reino Unido tiene una oportunidad de posicionarse como pionero. Como país con un rico legado en innovación y éxito automotriz, necesitaremos abordar los desafíos de frente para cosechar los beneficios de ser un creador en lugar de un receptor en esta oportunidad de mercado.