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Cruise, la unidad de vehículos autónomos de General Motors, admitió haber presentado un informe falso con el objetivo de influir en una investigación federal sobre un incidente de seguridad ocurrido el año pasado. Como consecuencia, la compañía pagará una multa penal de $500,000 como parte de un acuerdo de enjuiciamiento diferido, según informó el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ).
El incidente y las sanciones para General Motors
Este caso es uno de varios en los que Cruise se enfrenta a multas estatales y federales tras omitir información crucial sobre el incidente de octubre pasado. Uno de los casos más conocidos de Cruise es aquel en el que uno de sus robotaxis atropelló a un peatón que había sido lanzado a su camino después de ser golpeado por un automóvil conducido por una persona. El vehículo autónomo arrastró al peatón unos 6 metros mientras intentaba detenerse.
Cruise decidió no compartir la información de inmediato con las autoridades reguladoras.
En junio, Cruise acordó pagar $112,500 a la Comisión de Servicios Públicos de California para evitar un litigio y cerrar la disputa. Tres meses después, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) impuso a Cruise una multa de $1.5 millones. Además, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) está investigando el incidente.
Como parte del acuerdo con el DOJ, Cruise deberá:
- Colaborar con las investigaciones gubernamentales.
- Implementar un programa de cumplimiento en materia de seguridad.
- Proporcionar informes anuales a la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos sobre la implementación y remediación de las medidas.
“Cumpliremos con los requisitos establecidos en el acuerdo mientras seguimos avanzando bajo un nuevo liderazgo y con un firme compromiso de transparencia con nuestros reguladores”. Declaró Craig Glidden, presidente y director administrativo de Cruise.
Si Cruise no cumple con sus obligaciones durante los tres años que dura el acuerdo, el gobierno podrá proceder con el enjuiciamiento por el delito imputado.
Cory LeGars, agente especial a cargo de una agencia de supervisión del Departamento de Transporte, afirmó:
“El acuerdo de enjuiciamiento diferido de hoy responsabiliza a Cruise y a sus empleados por su falta de sinceridad en una acción de cumplimiento normativo federal”.
Desde el incidente, Cruise ha sufrido graves consecuencias financieras y operativas, perdió sus permisos para operar comercialmente en California y se vio obligado a suspender su flota en todo el país.
General Motors recortó los gastos de Cruise, implementó un control más estricto y despidió al 24% de su fuerza laboral. A consecuencia del incidente los líderes clave, incluido el cofundador y CEO Kyle Vogt, dejaron la empresa.
Aunque Cruise resolvió su investigación con la NHTSA, la agencia aún examina si los robotaxis de Cruise interactúan de manera segura con los peatones. En agosto, la empresa retiró casi 1,200 robotaxis para solucionar un problema que hacía que los autos frenaran de forma inesperada.
A pesar de las dificultades, Cruise sigue intentando resurgir. La empresa relanzó operaciones de conducción autónoma supervisada en el Área de la Bahía, Dallas y Phoenix, y tiene un acuerdo con Uber para incluir los robotaxis de Cruise en la aplicación de transporte en 2025.