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Mexicana de Aviación, la histórica aerolínea refundada bajo el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, enfrenta un panorama incierto tras la cancelación de vuelos hacia ocho ciudades. La empresa estatal anunció que dejará de operar rutas hacia Acapulco, Campeche, Guadalajara, Ixtapa, Nuevo Laredo, Puerto Vallarta, Uruapan y Villahermosa. Aunque no se explicaron las razones detrás de esta decisión, se ofreció a los pasajeros afectados la posibilidad de solicitar reembolsos.
Mexicana mantendrá rutas limitadas hacia destinos como Chetumal, Ciudad Victoria, Ixtepec, Mazatlán, Mérida, Monterrey, Palenque, Tijuana, Tulum y San José del Cabo. Según el director de la aerolínea, Leobardo Ávila Bojórquez, en su primer año de operaciones la compañía logró transportar a 382,011 pasajeros, cifra que representa apenas el 13% de la meta proyectada para 2027, de 3 millones de pasajeros anuales.
Pese al rendimiento inferior a las expectativas, la empresa busca fortalecerse mediante la incorporación de nuevas aeronaves y servicios de carga. Mexicana cuenta actualmente con tres aviones Boeing 737-800 y dos Embraer en régimen de arrendamiento.
Factores que podrían indicar problemas financieros en Mexicana de Aviación
La cancelación de vuelos a ocho destinos populares entre los viajeros puede ser un indicio de problemas de rentabilidad en ciertas operaciones o una medida para reducir costos en un contexto de posibles dificultades económicas.
El hecho de no lograr la proyección anual, refleja una demanda menor a la esperada o una estrategia comercial insuficiente para captar usuarios durante un año de operación.
Operar con una flota reducida restringe su capacidad de competir en el mercado nacional, esto aunado a la imposibilidad de contratar más aeronaves nos hace cuestionarnos si el proyecto era realmente viable desde un principio.
Por otro lado, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que próximamente se presentará un Plan Maestro para Mexicana, lo que sugiere que el gobierno aún apuesta por la viabilidad de la aerolínea. Sin embargo, la dependencia de la aerolínea al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), junto con las decisiones recientes de cancelar rutas clave, plantea dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.
¿Es esto el preludio de una segunda quiebra?
La salida de TAR como socio-operador de Mexicana de Aviación pone en duda la promesa con la que se revivió a la aerolínea, que fue atender mercados aéreos que no eran servidos por las aerolíneas privadas. Sin embargo, sin TAR, Mexicana se queda con solo dos aeronaves propias
Aunque es prematuro afirmar que Mexicana de Aviación enfrenta un escenario de quiebra, las señales actuales generan preocupación sobre su estabilidad operativa y financiera. La aerolínea requiere un modelo de negocios sólido que equilibre costos, expanda su presencia en el mercado y mejore la experiencia de los usuarios para evitar un destino similar al de su predecesora.
El desarrollo del Plan Maestro anunciado será clave para evaluar si Mexicana logrará consolidarse como un proyecto exitoso o si su relanzamiento será recordado como un intento fallido.
