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Proyecto de ley en Reino Unido busca proteger el estatus legal de los activos digitales, incluyendo criptomonedas, tokens no fungibles (NFT) y activos del mundo real tokenizados (RWAs). El objetivo es considerar estos activos como propiedad personal, de manera que se puedan proteger tanto los activos como a sus propietarios de fraudes o estafas.
Una vez implementado, proporcionará directrices a los profesionales del derecho para resolver disputas sobre la propiedad de estos activos, como en casos de divorcio.
¿Qué implica el nuevo proyecto de ley en Reino Unido que protege la propiedad de NFTs y criptomonedas?
Para aclarar el estatus de los RWAs, el proyecto de ley define dos conceptos que asumen nuevas categorías de propiedad:
– Cosas en posesión: por ejemplo, dinero o automóviles.
– Cosas en acción: como deudas o acciones.
Esta última categoría le asigna a ciertos activos digitales derechos de propiedad personal, según explicó la ministra de Justicia, Heidi Alexander.
Esta propuesta surge de una consulta pública realizada por la Comisión de Derecho a principios de año, sobre la categorización de las criptomonedas como propiedad. El informe concluyó que algunos activos digitales no encajan en las categorías actuales de propiedad existentes, pero que, por su naturaleza, deben ser tratados como activos que generen derechos de propiedad personal.
Las empresas y el uso de criptomonedas en Reino Unido
La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido informó que el 87% de las empresas de criptomonedas que solicitaron licencias bajo las normas de lavado de dinero no lograron obtener la aprobación en el último año fiscal.
Hasta el momento, solo cuatro de las 35 solicitudes recibieron el visto bueno, entre las que se encuentran BNXA, socio de pagos de Binance, una unidad de PayPal en el Reino Unido, y Komainu, una empresa de custodia de criptomonedas.
Las empresas que han realizado solicitudes desde que la FCA tomó el control de la regulación consideran que el proceso es complicado, lo que ha llevado a muchas a abandonar el Reino Unido en busca de regulaciones más sencillas. Las quejas incluyen largos tiempos de espera, falta de respuesta y un trato percibido como injusto por parte del regulador.
Las nuevas regulaciones de la FCA también exigen que las empresas de criptomonedas aseguren que su marketing sea claro, justo y no engañoso, con advertencias destacadas sobre los riesgos y la eliminación de incentivos como las bonificaciones por «recomendar a un amigo». Además, se establece un período de reflexión de 24 horas para nuevos inversores y estrictas pautas publicitarias. Las empresas que no cumplan con estas reglas pueden enfrentar sanciones, que incluyen hasta dos años de prisión.
El impacto de estas regulaciones ya es visible en el mercado criptográfico del Reino Unido. Empresas como Bybit y PayPal decidieron retirar ciertos servicios, y Luno restringió la inversión en criptomonedas para algunos de sus clientes.