
Getting your Trinity Audio player ready... |
A partir del 21 de julio de 2025, Grecia oficializó la entrada en vigor de un nuevo impuesto turístico aplicado exclusivamente a pasajeros de cruceros que arriban a sus islas. Esta medida busca mitigar los efectos del turismo masivo, financiar infraestructura resiliente y fomentar modelos sostenibles en uno de los destinos más presionados del Mediterráneo. A pesar de su enfoque ambiental, la implementación tendrá implicancias técnicas y normativas que impactarán a operadores, autoridades portuarias, líneas de cruceros y proveedores tecnológicos.
Grecia: El nuevo impuesto para cruceros y cómo funciona
El nuevo impuesto turístico para cruceros en Grecia es una tarifa obligatoria que se aplica por persona al arribar a puertos insulares griegos. Su valor varía según la isla visitada y la temporada del año. El esquema de cobro está estructurado en tres bloques estacionales:
- Alta temporada (1 de junio al 30 de septiembre):
- Mykonos y Santorini: 20 euros por persona
- Otras islas: 5 euros por persona
- Temporada intermedia (abril, mayo y octubre):
- Mykonos y Santorini: 12 euros
- Otras islas: 3 euros
- Temporada baja (noviembre a marzo):
- Mykonos y Santorini: 4 euros
- Otras islas: 1 euro
No existen excepciones. Todos los pasajeros, incluidos ciudadanos griegos, menores de edad e infantes, deben abonar la tarifa. El impuesto se aplica por cada escala individual.
¿Cómo se paga el impuesto en líneas como MSC o Celestyal?
Las líneas de crucero son responsables de gestionar el cobro. Por ejemplo:
- MSC Cruceros ha confirmado que el importe será cargado automáticamente a la cuenta del pasajero la noche previa a la llegada a un puerto griego. Si el pasajero no desciende del barco, el importe será reembolsado en 24 horas.
- Celestyal Cruises, operador regional, requiere que el pasajero reconozca el pago como parte del proceso de embarque.
Otras líneas han implementado esquemas similares, integrando el cobro al sistema de gestión a bordo, lo que implica adaptaciones tecnológicas y operativas, incluyendo actualizaciones en sus plataformas digitales y sistemas de punto de venta (POS) marítimos.
¿A quién va dirigido este impuesto y qué busca lograr?
Este impuesto aplica únicamente a pasajeros de cruceros. No afecta a quienes llegan en vuelos o por ferry. Su objetivo principal es generar ingresos para:
- Mejorar infraestructura portuaria e hídrica.
- Financiar proyectos de conservación ambiental y patrimonial.
- Reforzar la gestión turística durante la alta temporada.
- Promover el turismo en temporada baja.
Según el World Tourism Forum, se espera que esta medida recaude alrededor de 45 millones de dólares anuales, capital destinado a soluciones estructurales ante problemáticas como escasez de agua, saturación urbana y degradación de ecosistemas.
Impacto en el sector: oportunidades y fricciones
Para operadores de cruceros
Las navieras deberán ajustar sus modelos de costos, renegociar itinerarios y repensar su estrategia de estacionalidad. El cobro por puerto obliga a considerar rutas más eficientes o fomentar estadías más largas fuera de temporada para optimizar costos.
También aumenta la presión para desarrollar campañas que fomenten la «desembarcación consciente» y mejorar la trazabilidad de los movimientos del pasajero.
Para el sector energético y portuario
Las autoridades portuarias deberán transparentar cómo se invierte lo recaudado, especialmente en mejoras energéticas (electrificación de muelles, tratamiento de residuos, sistemas de agua potable). Los fondos podrían acelerar proyectos de eficiencia que beneficien no solo al turismo, sino a las comunidades locales.
Marco normativo: cumplimiento y fiscalización
Este impuesto fue anunciado en 2024 como parte de un paquete legislativo sobre sostenibilidad turística y aprobado por el Parlamento griego en línea con la Directiva Europea de Gobernanza del Turismo.
Las líneas de crucero están obligadas a reportar y transferir el monto recaudado a las autoridades griegas, en euros, con un sistema de liquidación mensual. Se prevé la aplicación de sanciones en caso de incumplimiento, lo que eleva la importancia de la trazabilidad financiera.
Además, el Ministerio de Turismo ha anunciado auditorías aleatorias a operadores durante los meses pico, con apoyo de la Autoridad Portuaria Helénica.
¿Es suficiente para frenar el turismo masivo?
La medida busca más recaudar que limitar flujos. A diferencia de puertos como Ámsterdam o Venecia, donde se han impuesto restricciones a la capacidad de los barcos, Grecia no ha anunciado límites al número de pasajeros o recaladas.
Esto ha despertado críticas de parte del World Travel & Tourism Council, que advierte que los impuestos, aunque útiles para recaudar, no reemplazan una verdadera política de gestión de destinos. La sostenibilidad turística requiere regulación de flujos, diversificación territorial y una clara gobernanza local.
Para ejecutivos del sector, este cambio exige adaptaciones en la planificación de itinerarios, políticas de transparencia fiscal, estrategias de sustentabilidad corporativa y modelos tecnológicos de cumplimiento.
En el mediano plazo, medidas como esta podrían ser replicadas en otras geografías del Mediterráneo, Caribe y Sudeste Asiático, donde el equilibrio entre desarrollo económico y preservación ecológica es cada vez más delicado.