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En un movimiento sin precedentes dentro del sector hotelero europeo, cientos de establecimientos han comenzado a sumarse a la convocatoria por la demanda colectiva contra Booking.com con el objetivo de obtener una compensación debido a prácticas contractuales consideradas abusivas. Esta acción busca reunir a hoteles de toda la Unión Europea —y más allá— eliminando la objeción más común: la falta de recursos para enfrentar un proceso legal.
Tras años de incomodidad con las condiciones impuestas por la OTA, los hoteleros encontraron una vía para exigir cambios en el manejo de tarifas: un mecanismo de financiación que cubre todos los costos legales y riesgos económicos.
La demanda ha sido cuidadosamente estructurada para permitir la participación tanto de grandes cadenas como de pequeños hoteles independientes. El mensaje es claro: ahora es posible unirse sin costos iniciales, y la oportunidad de recuperar hasta el 30% de las comisiones pagadas a Booking.com entre 2004 y 2024 está abierta hasta el 31 de julio de 2025. La organización detrás del litigio, con el respaldo de expertos en competencia y asociaciones como HOTREC, está llamando a la acción colectiva como una forma de equilibrar el poder entre hoteles y plataformas digitales dominantes.
Una demanda colectiva histórica ha sido presentada en Países Bajos contra Booking.com. Hoteles de toda Europa están convocados a reclamar compensaciones millonarias por comisiones supuestamente infladas bajo cláusulas contractuales consideradas contrarias a la ley de competencia de la UE. La disputa reabre el debate sobre el poder de las OTAs, la dependencia hotelera y el futuro de la distribución digital.
Contexto de la demanda colectiva: el origen del conflicto con Booking.com
En septiembre de 2024, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) resolvió un caso clave impulsado por 63 hoteles alemanes contra Booking.com, en el que se cuestionaban las cláusulas de paridad de precios impuestas a lo largo de los años. Este tipo de cláusulas prohibían a los hoteles ofrecer precios más bajos en sus propios canales u otras plataformas online, una práctica que limitaba la competencia y la libertad comercial.
Aunque Booking.com afirma que el TJUE no dictaminó que dichas cláusulas fueran anticompetitivas, expertos en competencia y asociaciones hoteleras como HOTREC argumentan lo contrario y consideran que el fallo valida la posibilidad de una demanda por daños económicos.
Declaraciones clave del caso sobre la demanda colectiva
Negación de Booking.com sobre efectos anticompetitivos
“El fallo del TJUE no concluyó que las cláusulas de paridad de precios de Booking.com fueran anticompetitivas ni que influyeran en la competencia (esto se puede ver claramente en el párrafo 92 del fallo). Este fallo no abre la puerta a reclamaciones por daños, y seguiremos demostrando en los tribunales que las cláusulas de paridad no tienen efecto anticompetitivo si es necesario.”
— Portavoz de Booking.com
Esta declaración subraya la línea de defensa de la empresa: el fallo, según Booking, no implica automáticamente responsabilidad ni derecho a compensación. No obstante, esto contradice la interpretación de organizaciones como HOTREC y del bufete SGP, que lidera la demanda colectiva.
Alcance europeo del problema
“Cuando el TJUE emitió su sentencia, la gente en nuestro sector hotelero, en toda Europa, se dio cuenta de que esto no era solo un problema alemán, sino algo que afecta a todos los hoteles en Europa.”
— Volker Soyez, abogado de SGP
Soyez destaca que la resolución judicial transformó una disputa local en un movimiento continental. Esto ha motivado la creación de una demanda coordinada, que puede cambiar las reglas del juego en la distribución hotelera digital.
Dificultad financiera para los pequeños hoteles
“Las grandes cadenas hoteleras habrían estado dispuestas a financiar el caso por su cuenta, pero los hoteles más pequeños no tienen fondos para eso. Después de hablar con muchos hoteles de distintos tamaños, se decidió contar con un financiador que cubriera todos los costos y riesgos.”
— Volker Soyez
La inclusión de un fondo de litigación permite la participación de hoteles pequeños, generalmente los más vulnerables ante las políticas de Booking.com. Esto amplía significativamente el alcance potencial de la demanda.
Estimación de los daños reclamados en la demanda colectiva
“Depende del número de hoteles que participen, pero en el caso alemán tenemos aproximadamente 2,000 hoteles participando y el valor de las reclamaciones asciende a 750 millones de euros, sin contar intereses.”
— Volker Soyez
Esta cifra, extrapolada al total de Europa, podría implicar miles de millones de euros en compensaciones por comisiones consideradas abusivas. Es un argumento central para atraer más hoteles a la causa.
Posible reacción opaca de Booking.com
“Booking.com va a inventar tarifas de listado, tarifas de promoción y todo tipo de cargos, y va a volverse aún más opaco. Los grandes grupos tienen gente que analiza hojas de cálculo y sabe lo que gasta. Los pequeños no, y solo pensarán que Booking.com es barato, y se apoyarán aún más en las OTAs. No se habrá logrado nada.”
— Pedro Colaço, CEO de GuestCentric
Colaço advierte que la demanda podría provocar represalias indirectas y más complicaciones en la relación comercial. Su perspectiva crítica apunta a la pasividad de los hoteleros y su falta de inversión en canales directos.
¿Qué puede cambiar para la hotelería?
La posible eliminación definitiva de las cláusulas de paridad puede fomentar el uso de canales directos. Se espera que esto genere mayor competencia, más transparencia en precios y mejores márgenes para los hoteles.
Booking.com, con más del 70% del mercado europeo, está bajo la lupa. Según Soyez, su situación es crítica por su posición dominante, mientras que otras OTAs como Expedia (con 10-15% de cuota) no están siendo incluidas en esta demanda.
Expertos como Max Starkov han criticado duramente la dependencia de los hoteles europeos hacia las OTAs:
“Estas demandas son como demandar al restaurante donde comiste bien por cobrarte caro. Los hoteleros sabían el costo cuando firmaron.”
Starkov denuncia que menos del 10% de los hoteles europeos tienen CRM, y muchos no actualizan su sitio web desde antes de la pandemia. Su mensaje es claro: el verdadero cambio está en la inversión tecnológica y el control del canal directo.
La demanda colectiva contra Booking.com marca un momento clave en la historia de las OTAs en Europa. Más allá de las posibles compensaciones económicas, este proceso puede redefinir el equilibrio de poder entre hoteles y plataformas tecnológicas. La oportunidad está sobre la mesa, pero también lo están los desafíos de fondo: invertir, profesionalizar y asumir el control del canal de distribución propio.
Para muchos, esta demanda es justicia. Para otros, solo ruido. El tiempo y los tribunales dirán cuál es la verdadera magnitud de este caso.