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Las selvas tropicales de Indonesia son ricas en biodiversidad y debido a sus bosques son una región clave para la regulación del clima de la Tierra. De alguna forma sus bosques, a pesar de su importancia son talados y sustituidos con plantaciones para la producción de aceite de palma y pasta de papel.
Las islas Sumatra, Borneo, Papúa Nueva Guinea y un sinfín de pequeñas islas y archipiélagos cercanos son ricos en biodiversidad por ejemplo son el hogar de 500 especies de mamíferos como el orangután o el rinoceronte de Sumatra y Java; más de 1.600 especies de aves.
La evolución de la deforestación en Indonesia
La principal causa de deforestación es la quema de la selva que convirtió a Indonesia en el tercer país emisor de gases de efecto invernadero del mundo.
Triste pero cierto, en los últimos 25 años los bosques de Indonesia han sufrido una de las más atroces tasas de deforestación que lo llevó a perder la cuarta parte de sus bosques.
En el 2015, Indonesia sufrió una de las mayores catástrofes medioambientales del siglo XXI con los incendios forestales.
Los números en deforestación comenzaron a disminuir en 2016. Este cambio se puede atribuir, en parte, a políticas gubernamentales como una moratoria sobre la tala de bosques primarios y turberas. Sin embargo no es suficiente.
Tan solo del 2021 al 2022, Indonesia reportó la pérdida de 104,032 hectáreas de bosque.
Sin embargo, la deforestación sigue siendo una amenaza, impulsada principalmente por la demanda global de aceite de palma y otros productos básicos.
Indonesia aprovecha costumbres para proteger sus bosques
El ritual «Ri’i» en Flores, prohíben la tala de árboles, lo que permite preservar el equilibrio ecológico y la biodiversidad. Proyectos como el de @alamsiaklestari, en Sumatra, son pioneros en industrias sostenibles al volver a inundar canales para crear criaderos de peces cabeza de serpiente, que sostienen económicamente a la comunidad al tiempo que preservan las turberas (un importante tipo de humedal).
La estrategia a cumplir es que para el 2030 los bosques de Indonesia se conviertan en un sumidero de carbono, algo verdaderamente necesario para la salud mundial.
La comunidad de Wawowae en Flores, una isla de montañas, bosques y lagos en Indonesia, hizo un juramento solemne hace veinte años. Nikolaus Moka, un anciano del pueblo recuerda que se reunieron en la cima de una colina y prometieron no dañar los bosques.
El ritual, conocido como «Ri’i», prohíbe a los aldeanos talar árboles y es una de las muchas prácticas tradicionales en Indonesia que consideran los espacios naturales como sagrados.
Algo importante de entender es que este ritual tiene un trasfondo y un interés común. Los 1680 habitantes de Wawowae son agricultores que dependen de tierras saludables para cultivar su café Arábica.
En toda Indonesia, las costumbres tradicionales como Ri’i que pertenecen a los diversos grupos étnicos y comunidades locales del país están profundamente entrelazadas en los esfuerzos continuos para proteger el medio ambiente y sus ecosistemas vitales, especialmente frente a la deforestación.
La lucha contra la deforestación en Indonesia requiere incentivos
Para Indonesia, ganar la lucha contra la deforestación significa garantizar incentivos para que los países protejan sus bosques.
El Programa ONU-REDD en Indonesia brinda asistencia técnica al gobierno para ayudarlo a acceder a financiamiento basado en resultados, de esta manera garantizar que los esfuerzos de protección y manejo forestal generen dividendos sociales y económicos.
La iniciativa regional de ONU-REDD, Acciones de Mitigación del Clima a través de la Forestería Social en países de la ASEAN lanzada en 2022, se centra en desarrollar las capacidades de las comunidades locales en temas de manejo forestal y descubrir oportunidades para generar ingresos y una forma de vida más resilientes.
«Ya estamos viendo los beneficios de las políticas y prácticas fortalecidas de Indonesia para gestionar la deforestación según lo establecido en nuestra estrategia FOLU Net Sink 2030», dice Lakshmi Dhewanthi, Directora General de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Bosques de Indonesia.
Su experiencia muestra el papel importante que pueden desempeñar la forestería social y las inversiones privadas en la lucha contra la deforestación y la preservación de los bosques para combatir el cambio climático. Este modelo podría replicarse en otras partes de Asia y más allá, refleja un compromiso más amplio con la gestión forestal colaborativa y sostenible.